Cuando digo que los niños son especiales lo digo por cosas tan pequeñas como la que he vivido hoy en clase.
Candela y Leyre se sientan una al lado de la otra en la asamblea, en un momento dado Leyre se levanta para venir a decirme algo, momento que aprovecha Candela para moverse delicadamente y sentarse en su sitio; Cuando Leyre vuelve hacia el banco para sentarse Candela le dice: "Te dejo sentarte en tu sitio si me das un abrazo" a lo que Leyre sin pensar contesta con un sentido abrazo. Continuamos con la asamblea y diez minutos después se repite el proceso siendo ahora Candela quien se levanta y Leyre quien se mueve de sitio. Pero Leyre no repite! En esta ocasión lo que le pide a su amiga es un beso. Por supuesto Candela también se lo da...
¿¿¿No os parece que tenemos muchisimas cosas que aprender de ellos???
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